7. INDUSTRIA: ¿GENERAR SIN DESTRUIR?
“Los cambios que la industria necesita no provendrán del esfuerzo aislado de nadie, si no de la necesaria colaboración de todos los grupos de interés”
La industria es la actividad más importante a día de hoy en la producción material de todos los países. Todo remonta a finales del siglo XVIII, donde se originó la revolución industrial y aparecieron las primeras áreas industriales en Gran Bretaña. Más adelante en el siglo XIX comenzaron en Bélgica y Francia para seguidamente unirse Alemania y Estados Unidos. Enseguida, no podía faltar en la lista Japón, Rusia, Italia y España a finales del siglo 1868.
La cuarta revolución industrial ha ido transformando sistemas enteros, tanto económicos, políticos, sociales o medioambientales. No obstante, su impacto se está haciendo cada vez más visible, debido a la alta demanda y las fuentes de recursos que tiene la industria a su alcance. El destino de la industria podríamos decir, que está íntimamente ligado con el futuro ecológico del planeta. Que directamente está vinculado con el destino de nuestra propia especie.
¿Podemos generar sin perjudicarnos?
¿Sabías qué…
Según una encuesta encargada por WWF en nueve países (Reino Unido, Alemania, Italia, Francia, Suecia, Países Bajos, Portugal, Bélgica y Rumanía), tres cuartos de los encuestados no eran conscientes de que productos fabricados con madera ilegal pueden comprarse todavía en la UE. El 85% dijo que era importante para ellos que se implementarán medidas para asegurar que nadie compre sin saberlo productos hechos con madera de origen ilegal.

Existen diferentes tipos de industrias; pesadas, siderúrgicas, metalúrgicas, químicas, petroquímicas, automovilística, alimenticia, textil, farmacéutica, armamentico, informática, mecánica, petrolera y energética. En general, su objetivo es generar objetos que a día de hoy utilizamos un diario. Además de proveedores de alimentos, ropa, calzado e incluso medicinas, productos indispensables en la sociedad actual y en nuestro funcionamiento de vida.
IMPACTO AMBIENTAL:
También nos encontramos con la otra cara de la moneda, el impacto directo que generan la industria sobre la naturaleza es muy potente. A menudo utilizan los recursos naturales y se genera un elevado número de residuos, de los cuales en ocasiones son desechos y contaminantes. En Europa se utilizan las plantas de combustión de carbón para la producción de electricidad, siendo el gran responsable de la mayoría de las emisiones de CO2, dióxido de sulfuro (SO2) y óxido de nitrógeno (NOx). No obstante, el carbón aún siendo el principal combustible utilizado de la mano de las industrias, en los últimos años se ha ido reduciendo su uso en estos sectores. Por lo que entendemos, que el camino para reducir el impacto de los desechos y contaminantes aun es muy largo.
ILEGALIDADES:
Después de todo, nos encontramos con una de las problemáticas principales, como son las ilegalidades en la industria a nivel internacional. Los sectores más afectados son los del textil y los alimentarios. Hay muchas empresas que a la hora de producir no están totalmente en regla, vierten desechos en las aguas y están contaminando sin asumir las responsabilidades que tiene ese acto. Estás a su vez, están al tanto de pasar las inspecciones de sanidad, para así evitar el cierre de la misma y seguir produciendo de esa manera tan perjudicial.
EL AGUA:
Para producir, uno de los ingredientes más necesarios para el funcionamiento de la industria es el agua, sin ella muchos procesos de producción se verían afectados o no podrían llevarse a cabo. Su elevado consumo es verdaderamente preocupante, pero a menudo el problema principal es que el agua utilizada por las fábricas en sus procesos de producción, es desechada sin ningún tipo de procedimiento a los ríos. Esa agua desechada, es lanzada por grandes tubos a ríos, lagos o mares, generando un líquido contaminante. A raíz de los productos químicos, saborizantes, colorantes, grasas o incluso partículas de metales de todo tipo que se utilizan para generar los productos.
CONSECUENCIAS:
Nos encontramos con que el agua no tratada y no reutilizada, acaba en el río contaminando todo lo que encuentra a su paso. Una irresponsabilidad que afecta al ciclo natural de vida de la fauna, principalmente la de los peces y animales que habitan cerca. Posteriormente, cada vez son más las personas que sufren enfermedades a través del consumo de productos obtenidos de la tierra y del río en esas condiciones tan dañinas.
ALTERNATIVAS:
Sin duda, esta irresponsabilidad podría solucionarse con fomentar un uso consciente de las aguas utilizadas por las industrias. Además de unos tratamientos correctos, para retirar los contaminantes del agua antes de desecharla al río. Es posible y necesario llevar a cabo alternativas más sostenibles, dado que el planeta cada vez se esta deteriorando más rápido. Para nuestra supervivencia como especie, es incluso más importante el agua, que cualquier tipo de producto que pueda ofrecernos las industrias a día de hoy. Hasta los que nos hacen la vida más “fácil”.